Cómo burlar las sanciones y exportar a Rusia

Si crisis y oportunidad van de la mano puede que se abran horizontes interesantes para quien es capaz de exportar de manera diferente

Centro comercial ruso antes de las sanciones, en 2010.

Puesto que existen unas sanciones y unas restricciones al comercio de determinados productos en Rusia, es normal preguntarse si estas limitaciones se respectan en la práctica o si hay alguna manera de evitarlas. Hoy parece clara la respuesta, pero en 2014, a los pocos meses de los decretos del gobierno ruso, la sensación era que, de una manera u otra, unos cuantos que se las ingeniaban para burlar las sanciones y seguir vendiendo sus productos en Rusia.

La picaresca del comercio triangular

Era lo que se conoce como "comercio triangular": si tengo que suministrar mi queso a un cliente ruso, busco un importador bielorruso al que formalmente vender el producto. El bielorruso se encargará de entregarlo a mi cliente, siendo Rusia y Bielorrusia miembros de la misma Unión Económica. También se habló de este recurso con referencia a algunos países terceros, como Croacia, Suiza y sobre todo Serbia.

En cualquier caso, la reacción de las autoridades rusas fue inmediata y estas prácticas no llegaron a extenderse.

Ahora que han pasado dos años, lo más probable es que todo haya sido poco más que un bulo periodístico, alimentado en parte por el propio presidente Putin que en agosto 2014 enseñó la foto de un hombre dedicado a sustituir un etiquetado polaco por uno bielorruso. Aquella praxis algo pintoresca alimentó más de un artículo de prensa.Caída de las importaciones rusas entre 2014 y 2015

A los que nos preguntan si vale la pena intentar la jugada contestamos que no, y la mejor prueba de ello es que no hay evidencia de que exista y haya existido un comercio triangular realmente relevante.

En esta tabla, que hemos elaborado a partir de estadísticas oficiales rusas, podemos ver, de manera sorprendente, que la contracción de las importaciones rusas entre 2014 y 2015 ha afectado los exportadores más afines a Rusia (los países ex CSI, en los que también se cuenta Ucrania) de la misma manera que ha afectado al conjunto de los demás países del mundo: una caída del 36%. Y si comparamos el comportamiento de las dos Uniones, la Euroasiática y la Europea, vemos que las importaciones con origen en la primera han caído más de lo que han caído las de la segunda, afectadas por las sanciones. 

Que cada uno saque sus conclusiones, pero con estos datos es difícil pensar que el comercio triangular haya sido y siga siendo un fenómeno real. Estos datos también ponen en tela de juicio la idea según la cual las sanciones (en el sentido de las reacciones de Moscú a las sanciones de Bruselas) hayan influido en la balanza comercial rusa. Nos gusta pensar que las menores exportaciones a Rusia de algunos productos hayan sido en cierta medida "compensadas" por la exportación de otros, de los que hablamos en el siguiente párrafo.

Maneras legales de exportar a Rusia

Volvamos al ejemplo anterior. ¿Si no puedo vender mi queso en Rusia dejo de operar en ese mercado? Contestar de forma afirmativa es lo que suele ocurrir, sin embargo existe la posibilidad de vender la tecnología que permite producir un producto, si no es posible vender el producto en sí. No nos olvidemos de que estamos hablando principalmente del sector agroalimentario ruso, un ámbito en el que existe un claro retraso tecnológico respecto a los países de la UE.

Desde la perspectiva rusa de "sustitución de las importaciones" es necesario disponer de unos conocimientos que permitan prescindir del exterior y esos conocimientos, de manera inevitable, tienen que venir también del exterior. Conscientes de ello, las autoridades rusas han perseguido acuerdos como el que está a punto de confirmarse con el Ministerio de Agricultura italiano: empresas italianas se encargarán de implantar en 9 regiones rusas la producción industrializada de quesos, la cría de aves y truchas y otros proyectos con frutas y verduras.

Hay empresas rusas que en este contesto han visto una oportunidad de negocio, como la empresa de Ekaterimburgo que produce "Jamón de los Urales". Y otras, como las españolas Famadesa y Prolongo que se han planteado la expansión en Rusia, abriendo sus propias plantas de producción de jamones. 

En un escenario en el que el rublo mantenga su recuperación respecto al euro (tras el complicado comienzo de 2016) y a la vez sigan vigentes las sanciones comerciales, exportar tecnología a Rusia será una opción muy interesante para las pymes españolas.

Photo credit: Artem Svetlov

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